En 2023, el coste medio mundial de una filtración de datos alcanzó los 4,45 millones de dólares . Más allá de la pérdida financiera inmediata, existen consecuencias a largo plazo como una disminución de la confianza de los clientes, un valor de marca debilitado y operaciones comerciales descarriladas.

En un mundo donde la frecuencia y el costo de las filtraciones de datos se están disparando, las organizaciones se enfrentan cara a cara con una dura realidad: es posible que las medidas tradicionales de ciberseguridad ya no sean suficientes.

En este contexto, las empresas deben encontrar formas de fortalecer sus medidas para salvaguardar datos valiosos y activos críticos. En el centro de este cambio se encuentra una estrategia clave: el seguimiento continuo.

Comprensión del monitoreo continuo de seguridad en ciberseguridad

El monitoreo continuo es un enfoque dinámico que abarca varias técnicas para cumplir una estrategia de defensa de múltiples capas. Estas técnicas pueden incluir:

  • Gestión de vulnerabilidades basada en riesgos (RBVM):  

La Gestión de Vulnerabilidades Basada en Riesgos (RBVM) es un enfoque estratégico para abordar las vulnerabilidades de seguridad en un sistema, red o aplicación. En lugar de simplemente abordar todas las vulnerabilidades por igual, la RBVM prioriza las acciones de mitigación en función del riesgo que representan para la organización.

Aquí hay algunos conceptos clave asociados con la Gestión de Vulnerabilidades Basada en Riesgos:

  1. Identificación de Activos Críticos: En primer lugar, se identifican los activos críticos de la organización, como sistemas clave, datos sensibles y aplicaciones esenciales. Esto ayuda a enfocar los recursos en la protección de lo más importante.
  2. Evaluación de Riesgos: Se realiza una evaluación de riesgos para identificar las amenazas potenciales y las vulnerabilidades asociadas a los activos críticos. Esto implica evaluar la probabilidad de que una amenaza se materialice y el impacto que tendría en el negocio si ocurriera.
  3. Priorización de Vulnerabilidades: Las vulnerabilidades identificadas se clasifican y priorizan en función de su nivel de riesgo. Esto implica considerar la criticidad del activo afectado, la probabilidad de explotación de la vulnerabilidad y el impacto potencial en caso de explotación.
  4. Implementación de Contramedidas: En lugar de abordar todas las vulnerabilidades de manera indiscriminada, se priorizan y se implementan contramedidas según la criticidad del riesgo. Esto asegura que los recursos se utilicen de manera eficiente y se aborden primero las amenazas más significativas.
  5. Monitoreo Continuo: La gestión de vulnerabilidades basada en riesgos es un proceso continuo. Se requiere monitoreo constante para identificar nuevas amenazas y vulnerabilidades, así como para ajustar las estrategias de mitigación en consecuencia.
  6. Colaboración y Comunicación: La colaboración entre los equipos de seguridad, operaciones y otros departamentos es esencial en la RBVM. Además, la comunicación efectiva con las partes interesadas clave ayuda a garantizar una comprensión clara de los riesgos y las acciones tomadas para mitigarlos.
  7. Cumplimiento Normativo: La RBVM a menudo se alinea con los requisitos de cumplimiento normativo. La identificación y mitigación de vulnerabilidades se lleva a cabo no solo para proteger los activos de la organización, sino también para cumplir con las regulaciones y estándares de seguridad de la industria.

La Gestión de Vulnerabilidades Basada en Riesgos es un enfoque proactivo que permite a las organizaciones abordar las amenazas de manera más efectiva, concentrándose en los riesgos que podrían tener el mayor impacto en sus objetivos comerciales.

  • Gestión de la superficie de ataque externo (EASM) :

De acuerdo a IBM La gestión de la superficie de ataque (ASM) es el descubrimiento, análisis, remediación y supervisión continuos de las vulnerabilidades de ciberseguridad y los posibles vectores de ataque que conforman la superficie de ataque de una organización. Ahora bien la superficie de ataque externo (EASM) se refiere al conjunto de todos los puntos en un sistema, red, aplicación o infraestructura de tecnología de la información que están expuestos y son accesibles desde el exterior. Estos puntos de exposición pueden ser aprovechados por posibles adversarios para llevar a cabo ataques o comprometer la seguridad de la organización. La gestión efectiva de la superficie de ataque externa es fundamental para garantizar la seguridad cibernética.

Algunos componentes comunes de la superficie de ataque externa incluyen:

  1. Dominios y Subdominios: Las direcciones web y sus subdominios asociados representan puntos de entrada potenciales.
  2. Servidores Externos: Cualquier servidor que sea accesible desde Internet, ya sea para alojar sitios web, servicios, o cualquier otro recurso.
  3. Aplicaciones Web: Plataformas en línea, aplicaciones web y servicios que están expuestos públicamente.
  4. Servicios en la Nube: Recursos y datos almacenados en servicios de nube pública que están accesibles desde fuera de la red interna de una organización.
  5. Dispositivos Conectados a Internet: Dispositivos como cámaras de seguridad, enrutadores, y otros dispositivos IoT que están conectados a la red y son accesibles desde el exterior.
  6. Puntos de Entrada de Terceros: Cualquier sistema o servicio proporcionado por terceros que interactúan con la infraestructura de la organización.

La gestión de la superficie de ataque externa implica diversas actividades, como la identificación de activos, la evaluación de riesgos, la monitorización continua y la aplicación de medidas de seguridad. Algunas organizaciones utilizan herramientas automatizadas para escanear y evaluar su superficie de ataque, mientras que otras pueden realizar auditorías de seguridad de forma regular.

La protección efectiva de la superficie de ataque externa es esencial para prevenir ataques como intrusiones, explotación de vulnerabilidades y pérdida de datos. La seguridad cibernética es un campo dinámico, y las organizaciones deben adaptar continuamente sus estrategias para hacer frente a las amenazas emergentes y a los cambios en su entorno digital.

  • Inteligencia sobre amenazas cibernéticas: 

La inteligencia sobre amenazas cibernéticas, a menudo denominada inteligencia de amenazas, se refiere a la información recopilada, analizada y utilizada para comprender y mitigar las amenazas cibernéticas. Esta inteligencia ayuda a las organizaciones a comprender las tácticas, técnicas y procedimientos (TTP) utilizados por actores maliciosos para comprometer la seguridad de los sistemas informáticos.

A continuación, se presentan algunos aspectos clave relacionados con la inteligencia sobre amenazas cibernéticas:

  1. Recopilación de Datos: La inteligencia de amenazas implica la recopilación de información relevante sobre amenazas cibernéticas. Esto puede incluir indicadores de compromiso (IoC), como direcciones IP maliciosas, nombres de dominio, hashes de archivos, patrones de comportamiento y otros datos relacionados con amenazas.
  2. Análisis de Amenazas: Los analistas de amenazas cibernéticas examinan la información recopilada para comprender la naturaleza y el alcance de las amenazas. Este análisis puede incluir la identificación de tácticas específicas utilizadas por actores maliciosos, sus objetivos y posibles motivaciones.
  3. Inteligencia de Actores: La inteligencia de amenazas también se centra en comprender a los actores maliciosos, como grupos de ciberdelincuentes, hackers patrocinados por el estado u otras entidades. Esto implica la recopilación de información sobre sus métodos, infraestructura y posibles vínculos con otras actividades cibernéticas.
  4. Integración con Herramientas de Seguridad: Los resultados del análisis de inteligencia de amenazas se integran a menudo en herramientas de seguridad cibernética, como sistemas de detección de intrusiones (IDS/IPS), firewalls y soluciones de gestión de eventos e información de seguridad (SIEM).
  5. Predicción y Prevención: La inteligencia de amenazas no solo se trata de comprender las amenazas actuales, sino también de prever posibles futuros escenarios de amenazas. Esto permite a las organizaciones tomar medidas proactivas para prevenir ataques antes de que ocurran.
  6. Compartir Información: La colaboración y el intercambio de información entre organizaciones y sectores son fundamentales en la inteligencia de amenazas. Compartir datos sobre amenazas puede ayudar a proteger a múltiples organizaciones al proporcionar una visión más amplia de las tácticas y técnicas utilizadas por los adversarios.
  7. Adaptación Continua: Dado que las amenazas cibernéticas evolucionan constantemente, la inteligencia de amenazas también debe adaptarse. Los equipos de seguridad cibernética deben estar al tanto de las últimas tendencias y ajustar sus estrategias y controles de seguridad en consecuencia.

La inteligencia sobre amenazas cibernéticas es esencial en un entorno digital en constante cambio, y las organizaciones que la utilizan de manera efectiva están mejor posicionadas para anticipar, prevenir y responder a las amenazas cibernéticas.

A diferencia de las evaluaciones puntuales, que son análogas a tomar una fotografía de su postura de seguridad, el monitoreo continuo es como una transmisión en vivo las 24 horas, los 7 días de la semana. Explora de forma proactiva vulnerabilidades, irregularidades, configuraciones erróneas y amenazas potenciales, lo que garantiza una detección y respuesta rápidas.

Monitoreo continuo de seguridad para aplicaciones web

La protección de las aplicaciones empresariales debería ser un componente central de cualquier estrategia eficaz de ciberseguridad. No sólo son un objetivo tentador para los ciberdelincuentes, sino que también son cada vez más difíciles de proteger. Según un informe reciente , basado en un análisis de 3,5 millones de activos empresariales, la gran mayoría (74%) de las aplicaciones web expuestas a Internet que contienen información de identificación personal (PII) son vulnerables a un ciberataque.

El monitoreo continuo de seguridad para aplicaciones web es fundamental para identificar y mitigar posibles amenazas cibernéticas. Aquí hay algunas mejores prácticas que puedes considerar para fortalecer la seguridad de tus aplicaciones web:

  1. Escaneo de Vulnerabilidades: Realiza escaneos regulares de vulnerabilidades en tus aplicaciones web. Utiliza herramientas automatizadas para identificar posibles brechas de seguridad y vulnerabilidades en el código.
  2. Firewalls de Aplicaciones Web (WAF): Implementa firewalls de aplicaciones web para filtrar y monitorear el tráfico HTTP que llega a tu aplicación. Un WAF puede ayudar a proteger contra ataques comunes, como inyecciones SQL y ataques de cross-site scripting (XSS).
  3. Monitoreo de Registro y Eventos: Configura un sistema de monitoreo que registre y analice eventos relacionados con la seguridad. Estos registros pueden proporcionar información valiosa sobre actividades sospechosas o intentos de explotar vulnerabilidades.
  4. Gestión de Parches: Mantén tus aplicaciones y sus componentes actualizados con los últimos parches de seguridad. Las vulnerabilidades conocidas son a menudo el blanco de los atacantes, por lo que es crucial mantenerse al día con las actualizaciones.
  5. Protección contra Inyecciones: Implementa medidas para prevenir inyecciones de código, como SQL injection y command injection. Usa consultas parametrizadas y valida y filtra la entrada del usuario.
  6. Autenticación y Autorización Robustas: Asegúrate de que las prácticas de autenticación y autorización sean sólidas. Usa contraseñas fuertes, implementa autenticación de dos factores y concede los privilegios mínimos necesarios para cada usuario.
  7. Cifrado de Datos: Utiliza cifrado para proteger la confidencialidad de los datos transmitidos y almacenados. Implementa HTTPS y cifra datos sensibles en reposo.
  8. Auditorías de Seguridad: Realiza auditorías de seguridad regulares en tus aplicaciones web. Estas auditorías pueden ser realizadas por equipos internos o terceros especializados en pruebas de seguridad.
  9. Educación en Seguridad: Capacita a los desarrolladores, administradores y usuarios finales sobre las mejores prácticas de seguridad. La conciencia y la educación son clave para reducir el riesgo de explotación. Programas para actualización profesional como los que tiene Unicolombia en https://ciber.unicolombia.edu.co
  10. Gestión de Incidentes: Establece un plan de respuesta a incidentes para abordar cualquier brecha de seguridad de manera rápida y efectiva. Esto incluye la identificación, contención, erradicación y recuperación.
  11. Cumplimiento Normativo: Asegúrate de cumplir con los requisitos normativos relevantes en cuanto a seguridad de aplicaciones web, dependiendo de la industria en la que operas.
  12. Análisis de Tráfico Web: Utiliza herramientas de análisis de tráfico web para detectar patrones anómalos o comportamientos sospechosos en tiempo real.

Al implementar estas prácticas, podrás fortalecer la seguridad de tus aplicaciones web y reducir el riesgo de explotación por parte de ciberdelincuentes. Además, ten en cuenta que la seguridad es un proceso continuo y dinámico, por lo que es importante revisar y actualizar regularmente tus medidas de seguridad.

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